No han pasado ni cuatro meses desde que entre por las puertas de CUIDARTE, necesitaba rehabilitación me decían, y como tantas veces dije "vamos a intentarlo a ver si esta es la puerta buena", pero la balanza se inclinaba en mi cabeza hacia el mismo lado de siempre. Llegó el día y sin fuerza alguna allí me planté. Cual fue mi sorpresa, que me encontré no con máquinas, que por cierto ¡no falta de nada! sino con un personal que rebosa humanidad y que hacen de un esfuerzo, una alegría, de una carrera unas risas, de unos compañeros unos amigos, de un día malo el mejor de los momentos. Y cual es el resultado de todo esto, que te saquen de la comodidad, del lugar donde era más fácil estar por no ser capaz de hacer frente a tu presente, que tengas ganas de que llegue el momento de estar allí porque son ellos los que han hecho que ahora mismo sea capaz de estar escribiendo mi experiencia.
Gracias a ellos he superado ya algunas dificultades de salud, que hacían que mi vida no fuese normal, sus ejercicios cada día diferentes y adaptados a mi lo han conseguido y todo ello aderezado con un encanto que se respira sólo con poner un pie en la sala. Mañana volveré allí con ilusión, ya que cualquier pequeño logro que consiga, hará que mi vida sea más fácil y bonita y con ello logre hacer más felices a las personas que les importo.
Gracias y mil veces gracias.🙂